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La descarga lateral llegará al iPad en Europa

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A la luz de las recientes modificaciones realizadas por Apple en su App Store dentro de los límites de Europa, se puede pasar por alto el hecho de que estas modificaciones son exclusivas del iPhone y no se extienden al iPad. Sin embargo, este status quo parece estar a punto de cambiar, ya que la Comisión Europea ha determinado que el iPad quedará bajo el ámbito de las regulaciones de “guardián”, a pesar de que no cumple plenamente con los criterios necesarios en la actualidad.

En un comunicado de prensa, la Comisión Europea anunció que"hoy designó a Apple con respecto a iPadOS, su sistema operativo para tabletas, como guardián en virtud de la Ley de Mercados Digitales (“DMA”)". Esto sigue la misma designación hecha para iOS y su navegador y App Store en septiembre pasado.

Aunque es posible que las modificaciones no tengan un impacto inmediato, vale la pena señalar que a Apple se le ha concedido un período de gracia de seis meses para alinear su iPad y iPadOS con las pautas establecidas por la Ley de Accesibilidad del Milenio Digital (DMA). Dada la compatibilidad compartida por iOS y iPadOS, así como los marcos de aplicaciones comúnmente utilizados, se puede suponer que el cumplimiento de estas regulaciones no debería plantear desafíos importantes. Sin embargo, no hay indicios de que Apple esté ansiosa por implementar tales modificaciones en este momento.

Inicialmente, la Comisión Europea (CE) no incluyó el iPad en su investigación debido a que consideraba que iPadOS era una plataforma distinta que no cumplía el umbral para ser clasificada como “guardián”. No obstante, las CE subrayaron que esta determinación era provisional y estaba sujeta a revisión tras una evaluación adicional.

En la misma fecha, la Comisión inició un examen de mercado para evaluar si el iPadOS de Apple, que no cumple los requisitos cuantitativos especificados por la Ley del Mercado Digital (DMA), puede considerarse, no obstante, un punto de acceso importante para que los usuarios profesionales alcancen sus objetivos finales. usuarios, lo que justifica su clasificación como gatekeeper. Esta decisión fue dada a conocer a través de un comunicado de prensa emitido por la Comisión Europea.

Si bien la Comisión Europea (CE) aún no ha proporcionado una definición clara de lo que constituye un “iPhone” o un “iPad”, parece que están intentando ampliar el alcance de su investigación antimonopolio aplicando un estándar más indulgente para las tabletas que el teléfonos inteligentes. Específicamente, según el análisis de Mike Wuerthele en su sitio web, la CE está utilizando el número de “usuarios comerciales” como factor determinante en lugar de depender únicamente de las cifras totales de usuarios finales. En su última declaración, la CE señaló que si bien el número total de usuarios finales para ambos dispositivos se encuentra dentro de un cierto rango, el número de usuarios comerciales del iPad excedió la cifra umbral en once veces.

La Comisión reconoce que tanto los usuarios finales como los usuarios empresariales dependen de iPadOS, lo que se considera una oportunidad importante para que las empresas se conecten con los consumidores. Además, dado el persistente dominio de Apple en el mercado de iPadOS, esto presenta una ventaja duradera para la empresa.

La relación entre el iPhone y el iPad en términos del ecosistema de aplicaciones es tal que crea una situación inusual y desconcertante. Actualmente, los desarrolladores tienen la opción de distribuir sus aplicaciones para iPhone en mercados de aplicaciones de terceros y también ofrecerlas para su descarga a través de Internet. Por el contrario, las aplicaciones para iPad siguen restringidas a su distribución únicamente a través de la App Store de Apple.

Dada la prevalencia de aplicaciones binarias universales, que pueden utilizarse en múltiples dispositivos Apple, como el iPhone y el iPad, no es sorprendente que los desarrolladores enfrenten desafíos al realizar la transición a mercados alternativos o distribuir sus productos a través de Internet debido al hecho de que una una aplicación singular tendría que atender a ambas plataformas. En consecuencia, esto puede resultar en que los desarrolladores deban abandonar sus ofertas de iPad en la App Store.

La introducción de esta característica presenta varias cuestiones sin resolver que aún no se han abordado adecuadamente. Uno de esos problemas es la forma en que funcionarían las compras y suscripciones dentro de la aplicación dentro de una aplicación multiplataforma disponible tanto en iPhone como en iPad. Dado que las aplicaciones para iPad se distribuyen exclusivamente a través de la App Store, donde Apple normalmente retiene un porcentaje sustancial de los ingresos por ventas de las transacciones digitales, resulta muy poco práctico para los desarrolladores crear versiones separadas de sus aplicaciones para iPhone y iPad con suscripción compartida o compra de consumibles. modelos, como las monedas virtuales utilizadas en los juegos.

Dado que algunos de los cambios de Apple bajo la DMA se aplican a la App Store en su conjunto (no solo en iPadOS, sino también en macOS, tvOS y watchOS), los desarrolladores aún pueden aceptar nuevos términos y usar procesadores de pago alternativos, ahorrando efectivamente un 3% en el comisiones que normalmente pagan a Apple. Sin embargo, no califican para la tasa de comisión reducida del 10/17%, ya que solo está disponible para"aplicaciones de iOS en la App Store". De hecho, el Anexo de términos alternativos para aplicaciones en la UE de Apple es bastante explícito sobre las diferencias en las tasas de comisión.

La cuestión de si Apple ha abordado adecuadamente las preocupaciones relativas a su iPhone sigue siendo un tema de controversia, con la posibilidad de que la Comisión Europea determine que es necesario tomar más medidas. Sin embargo, parece lógico que cualquier normativa aplicable al iPhone se aplique también al iPad, para evitar una situación en la que la distinción entre las dos plataformas se vuelva cada vez más confusa.

*️⃣ Enlace fuente:

comunicado de prensa, Apéndice de términos alternativos para aplicaciones en la UE,